En el centro poblado de los Uros Chulluni, una familia de siete integrantes vive en condiciones de extrema pobreza sobre las aguas de la isla Vacahuacani. Los padres Hugo Lujano Jallavi de 63 años y Asunta Suaña de 65 años enfrentan una dramática situación mientras cuidan de sus cinco hijos en una precaria vivienda de totora al borde del colapso.
Edwin Lujano, de 32 años, se ha convertido en el único sostén económico de esta familia abandonada a su suerte. El hijo mayor dedica sus días a pescar y cazar para llevar alimento a sus padres y hermanos, quienes dependen completamente de él para sobrevivir en este paraje aislado.
La situación familiar se agrava considerablemente debido a que cuatro de los hermanos —Yony de 20 años, Marta de 23, Pablo de 25 y Sandro de 28— padecen discapacidad intelectual severa que les impide valerse por sí mismos, según reportaron autoridades locales que visitaron recientemente el lugar.
El panorama familiar se complica aún más porque Hugo Lujano, padre de familia, perdió hace aproximadamente cinco años la capacidad de hablar y escuchar, lo que ha
Algunos tenientes alcaldes que acudieron a la isla pudieron constatar personalmente las deplorables condiciones habitacionales de la familia Lujano Suaña. Durante su visita entregaron algunos víveres como ayuda temporal, aunque esta acción resulta claramente insuficiente ante las múltiples necesidades detectadas.
Edwin Lujano, quien carga con la responsabilidad familiar completa, ha solicitado expresamente a las autoridades el apoyo con una lancha para poder continuar con sus actividades de pesca. Su petición incluye también víveres adicionales y materiales para reconstruir la deteriorada vivienda donde sus hermanos sobreviven en condiciones infrahumanas.
La situación médica de la familia requiere atención urgente y especializada, particularmente para el padre y los cuatro hermanos con discapacidad. Las autoridades reconocen la necesidad de brindar apoyo médico y psicológico integral a esta familia que ha permanecido invisible para los sistemas de protección social.
Mientras Edwin continúa durmiendo a la intemperie para cuidar de su vulnerable familia, las autoridades locales han hecho un llamado a instancias gubernamentales superiores para coordinar una respuesta más efectiva. La extrema vulnerabilidad de esta familia evidencia las profundas brechas de atención social que persisten en comunidades lacustres tradicionalmente marginadas.