El subgerente de Seguridad Ciudadana de Puno, Raúl Izaguirre, alertó sobre un preocupante incremento del cuarenta por ciento en auxilios a jóvenes intoxicados. La situación, registrada en toda la ciudad, afecta el trabajo de Serenazgo y compromete la seguridad pública durante las rondas nocturnas.
Izaguirre explicó que muchos ciudadanos duermen en las calles tras consumir alcohol en exceso. La mayoría son jóvenes menores de treinta años quienes aparentemente confían en ser rescatados por Serenazgo, lo que refleja una peligrosa normalización del consumo irresponsable de licor.
Esta problemática ocurre todos los días de la semana sin excepción, con más de diez intervenciones diarias. El funcionario indicó que un día con menos reportes sería “un verdadero milagro” ya que la incidencia constante limita la atención a otros hechos de seguridad ciudadana.
Jóvenes agresivos y conductas normalizadas
Antes se creía que el problema se concentraba en la zona baja de Puno, cerca de discotecas. Hoy, los ciudadanos ebrios aparecen en varias arterias de la ciudad. El subgerente señaló que el fenómeno se expandió hacia distintos barrios urbanos.
Los agentes de Serenazgo hallan a estos jóvenes durante sus patrullajes o por llamadas de vecinos. La ayuda muchas veces genera enfrentamientos, pues los auxiliados reaccionan con insultos y prepotencia contra los funcionarios que intentan asistirlos en plena vía pública.
La atención de estos casos reduce la capacidad operativa del Serenazgo y afecta la vigilancia en zonas altas como Alto Puno y Llavini donde vecinos exigen mayor patrullaje mientras los agentes dedican tiempo a rescatar a personas intoxicadas en la vía pública.
Llamado urgente a la conciencia ciudadana
Raúl Izaguirre pidió mayor control de los padres sobre sus hijos y exhortó a los jóvenes a modificar sus hábitos. Señaló que la irresponsabilidad desvía recursos humanos y logísticos que deberían destinarse al resguardo de áreas vulnerables de la ciudad.
El funcionario lamentó la falta de cultura de consumo y afirmó que “el personal es empático pese a las agresiones”. Recalcó que la recuperación de la seguridad ciudadana exige conciencia colectiva. La prioridad, dijo, es restaurar el orden en las calles puneñas.


