Centenares de feligreses emprendieron un peregrinaje desde la madrugada de ayer, 29 de marzo, Viernes Santo, hacia la cima del calvario Azoguini en Puno. Este acto simboliza un sacrificio en paralelo al de Jesús, buscando liberarse de los pecados. Asimismo, se unieron al culto de oración dirigido por representantes de los párrocos locales.
Otro grupo de personas, con gran fe y voluntad, realizaron su peregrinaje al cerro Huayna Pucara, ubicado al sur de la ciudad de Puno, para rendir homenaje al Cristo caído en esta Semana Santa.
Durante el recorrido a pie en la madrugada de hoy, el punto de encuentro fue entre el jirón Mariano H. Cornejo y la avenida Circunvalación. Allí, se observó a decenas de personas bien abrigadas, realizando una pequeña concentración antes de iniciar el ascenso al Azoguini.
Una vez en la cima, muchos peregrinos buscaron un lugar para descansar brevemente antes de recolectar piedras para construir una casa de miniatura. Según los mayores, esta actividad busca simbolizar la futura construcción de sus propios hogares.
Después de construir las pequeñas casas y bendecirlas con la ayuda de un sahumador andino, con el amanecer llegaron a la cruz en la cima del cerro Azoguini. Allí, otros fieles colocaron velas y realizaron sus plegarias.
Además de los peregrinajes en la ciudad de Puno, fieles de otras provincias y distritos de la región también realizaron sus propios peregrinajes a los cerros de sus localidades, siguiendo sus particulares tradiciones andinas en este Viernes Santo.
Acompañados de la escenificación de la Vía Crucis de Jesucristo, estos grupos de feligreses llevaron a cabo sus rituales de penitencia y devoción en los cerros sagrados de sus comunidades, fortaleciendo así su fe y conexión con sus creencias religiosas.
Estos peregrinajes, arraigados en la cultura andina, reflejan la profunda devoción de la población hacia sus tradiciones y la celebración de la Semana Santa como un momento sagrado de reflexión y sacrificio.