La construcción del hospital Lucio Aldazabal Pauca, que originalmente tenía un presupuesto de 178 millones de soles, ahora alcanza los 183 millones tras múltiples modificaciones técnicas y administrativas. Los tenientes gobernadores de Huancané protestaron este miércoles en Puno, exigiendo transparencia sobre los retrasos que han caracterizado esta obra desde su inicio. Las autoridades distritales cuestionaron la gestión del proyecto, considerado fundamental para mejorar la atención sanitaria en la provincia.
El gobernador regional y su equipo técnico explicaron que la obra enfrentó serias dificultades desde su planificación inicial. Las deficiencias en el expediente técnico, la falta de saneamiento físico-legal del terreno y la ausencia de servicios básicos obligaron a rehacer completamente la documentación.
Durante la reunión con los manifestantes, el equipo técnico regional aseguró que no habrá nuevos retrasos en la entrega del nosocomio. La culminación del hospital está prevista para marzo de 2026, fecha que los tenientes cuestionan tras las múltiples reprogramaciones anteriores, ellos solicitaron mayor claridad sobre los cronogramas y un compromiso firme con los plazos establecidos.
Según datos oficiales del gobierno regional, el avance físico de la obra supera el 20% mientras que el avance presupuestal alcanza el 12%. Para diciembre de este año, el proyecto debería llegar al 70% de ejecución física según las proyecciones técnicas. Los manifestantes exigieron además que el gobernador regional visite personalmente Huancané para informar directamente a la población y tome conocimiento real sobre el progreso de la construcción.

Por otro lado, Adolfo Paredes, dirigente de la provincia de Huancané, desmintió categóricamente las declaraciones del gobernador sobre el avance de la obra. Paredes aseguró que el hospital tiene un avance del 37% de ejecución presupuestal y tan solo un 11% de ejecución física, cifras que contradicen completamente los datos oficiales presentados por el equipo técnico regional. El dirigente provincial acusó al gobernador de desconocer totalmente la realidad del nosocomio.
Las discrepancias en las cifras han generado mayor desconfianza entre los tenientes gobernadores y las autoridades regionales. Los manifestantes consideran que estas contradicciones evidencian la falta de control y supervisión adecuada sobre el proyecto. La población de Huancané, según los dirigentes locales, merece información veraz y transparente sobre el estado real de la construcción del hospital.
Los tenientes gobernadores criticaron duramente la gestión del actual equipo técnico regional, al cual consideran incapaz de manejar eficientemente el proyecto. El incremento del presupuesto original hasta los 183 millones de soles, según los manifestantes, demuestra la ineficiencia administrativa y la falta de planificación adecuada desde el inicio de la obra. Las autoridades distritales exigen rendición de cuentas sobre estos sobrecostos.

La labor de la consejera provincial Leyder Puma Ojeda también fue duramente cuestionada por los manifestantes. Los tenientes gobernadores la acusan de no cumplir eficientemente su función fiscalizadora y de mantener una alianza con el gobierno regional. Esta situación, según los dirigentes, compromete la independencia necesaria para ejercer un control efectivo sobre las obras y proyectos regionales. Dos aparentes irregularidades han sido observadas en la gestión de la consejera Puma Ojeda, relacionada con la contratación de servicios de transporte.
El consejo regional aprobó el alquiler de una camioneta por un día con un valor de 350 soles, hecho que se repitió en dos ocasiones. Estos contratos, según las denuncias, fueron utilizados para traslados personales desde su trabajo hasta instituciones que estaban siendo fiscalizadas, generando sospechas sobre el uso indebido de recursos públicos.
La movilización de este miércoles en Puno reflejó el malestar creciente de las autoridades regionales ante la falta de avances concretos. Los tenientes gobernadores consideran que el hospital Lucio Aldazabal Pauca representa una necesidad urgente para la provincia, que no puede seguir postergándose. La población huancaneña requiere servicios de salud de calidad que respondan a sus necesidades básicas.