La Defensoría del Pueblo, tradicionalmente reconocida como un organismo independiente y cercano a la población, enfrenta cuestionamientos sobre su autonomía e imparcialidad. Jacinto Ticona, exdefensor del pueblo, ha expresado su preocupación sobre la pérdida de independencia de la institución ante el Estado, generando dudas sobre su capacidad para actuar en favor de la ciudadanía.
Ticona señala que la Defensoría ha omitido pronunciamientos en casos cruciales, lo que ha llevado a cuestionar su imparcialidad. “No podríamos decir al 100%, pero sí hubo casos en los que no se ha tenido un pronunciamiento”, afirmó, destacando que estos silencios minan la confianza pública en la institución.
La falta de acción de la Defensoría en situaciones donde se esperaba una postura clara ha generado desconfianza. Según Ticona, estos vacíos han dejado a la población sin el respaldo necesario, alejando a la Defensoría de su rol tradicional como ente protector de los derechos ciudadanos.
El exfuncionario también mencionó al representante nacional, José Gutiérrez, quien ha sido acusado de blindar a la presidenta de la República. Esta situación ha llevado a Ticona a cuestionar si la Defensoría está actuando más en favor del Ejecutivo que de la población.
“En vez de salir en favor del Ejecutivo, creo que se tendría que hacer un análisis y plantear situaciones a favor de la población”, enfatizó Ticona. Esta percepción de alineación con el poder ejecutivo contrasta con la misión original de la Defensoría, que debe actuar como un contrapeso independiente.
La Defensoría del Pueblo fue creada para defender los derechos de la población y actuar como un ente independiente. Sin embargo, las recientes acciones y omisiones han puesto en duda su capacidad para cumplir con este mandato.
Ticona subraya que cada poder del Estado debe defenderse por sí mismo, pero la Defensoría no debe estar alineada con ninguno de ellos. Su función es velar por los intereses de la ciudadanía, no de los poderes del Estado.