Pablo Beltrán Condori, un joven con discapacidad visual de San Antonio de Putina, superó la exclusión educativa y hoy es un dirigente estudiantil reconocido en Puno. Su historia expone las dificultades que enfrentan las personas con discapacidad para estudiar en la región.
En su infancia, Pablo Beltrán Condori no pudo asistir a la escuela por falta de docentes capacitados e infraestructura adaptada. Su comunidad no contaba con las condiciones necesarias para incluirlo en el sistema educativo.
Un grupo de profesores llegó a su localidad y le dio una oportunidad. Pablo Beltrán Condori aprendió Braille y comenzó su formación en una escuela especializada, cambiando su vida para siempre.
Al integrarse a colegios regulares, varios centros se negaron a recibirlo por falta de personal especializado. Pablo Beltrán Condori insistió hasta ser aceptado en el Colegio Glorioso San Carlos de la ciudad de Puno, donde destacó académicamente.
En el colegio, Pablo Beltrán Condori fue elegido alcalde escolar y luego presidente de municipios escolares provinciales. Promovió proyectos como la instalación de un cobertor solar para mejorar las condiciones de sus compañeros.
Su trayectoria continuó en el instituto «José Antonio Encinas», donde logró reducir costos de matrícula como presidente del Consejo de Estudiantes. La Municipalidad de Puno lo condecoró por su aporte a la educación inclusiva.
Pablo Beltrán Condori ahora busca seguir estudiando para ayudar a más personas en su comunidad. Su caso demuestra que con oportunidades las barreras de la discapacidad pueden superarse.