Ha pasado un año y al momento los responsables de las muertes de Gonzalo Quispe Jilapa y Pedro Rojo Pacompia, obreros que dejaron de existir mientras laboraban en la obra de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) en la ciudad de Juliaca, no se hacen responsables por lo ocurrido.
Norma Morocco Condori, esposa de Quispe Jilapa, lamentó que al momento no haya justicia por la muerte de su pareja, quien dejó en la orfandad a un menor de 15 años, que ahora sufre por la ausencia de su padre.
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“La empresa no dice nada, yo solo pido justicia, pero las investigaciones no avanzan, solo en este año se ha cambiado tres veces a los jueces, aparentemente lo que buscan es dilatar y retrasar el proceso”, señaló a través de Pachamama radio.
Mientras que, Rosmery Álvarez Quispe, esposa de Rojo Pacompia, indicó que él era el único sustento de su familia, por lo que exigió a la empresa ejecutora de la PTAR hacerse cargo de su muerte.