La Ley de Reforma Agraria en Perú marcó un hito en la historia del país, transformando radicalmente la estructura de la propiedad de la tierra. Esta ley, implementada en 1969, redistribuyó las tierras de los grandes terratenientes y hacendados a los productores agrarios y comunidades campesinas, dijo el abogado Francisco Tipula, especialista en Derecho Agrario.
En Razón Libre de Pachamama radio, señaló que este modelo de tenencia de tierras se mantuvo vigente hasta 1995, cuando se produjo un cambio significativo en la política agraria. A partir de ese año, el principio de “la tierra es para quien la trabaja” fue reemplazado por “la tierra es para quien invierte en ella”, generando nuevos desafíos en el sector agrícola.
La situación actual refleja las consecuencias de estos cambios, con una producción agrícola que enfrenta dificultades y postergaciones. En los años 1920 y 1921, se promulgó una segunda ley de Reforma Agraria orientada a la producción, pero no prosperó debido a la falta de presupuesto, indicó.
A diferencia de los decretos supremos anteriores, la Ley de Reforma Agraria de 1969 se implementó de manera efectiva, provocando un impacto duradero en la estructura agraria del Perú. Sin embargo, los cambios posteriores en la política de tierras han generado debates sobre el futuro del sector agrícola en el país, declaró el también docente de la Universidad Nacional del Altiplano.