El desborde del río Cerrillos en Santa Lucía, Lampa, ha dejado diez familias afectadas e infraestructura destruida, según el poblador Pablo Salas Charca, quien atribuye la emergencia a las intensas lluvias y al manejo inadecuado de la represa Lagunillas.
Salas Charca explicó que el problema comenzó cuando la represa cerró sus compuertas durante semanas y luego liberó agua sin aviso, lo que sumado a una granizada intensa provocó el colapso del muro de contención del río.
Las aguas arrasaron con viviendas y la bocatoma del canal de riego, dejando a los agricultores sin acceso al agua para sus cultivos. El poblador pidió al Proyecto Especial Lago Titicaca que evalúe los daños en la zona.
Aunque se declaró emergencia en Puno, Salas Charca señaló que no hay un plan de contingencia real, pues la ayuda se limita a frazadas y no aborda problemas como la pérdida de alpacas por descargas eléctricas.
El comunero exigió pararrayos para las zonas rurales y criticó que solo las capitales provinciales cuenten con esta protección, dejando vulnerables a las comunidades campesinas.
Salas Charca insistió en que los funcionarios deben salir a terreno para conocer la crisis que enfrentan los agricultores y tomar medidas concretas que eviten más tragedias.
Como medida urgente, el poblador pidió al Proyecto Especial Binacional Lago Titicaca – PEBLT monitorear mejor los niveles de la represa y avisar con anticipación antes de liberar agua, para dar tiempo a las familias de protegerse.


