Dos accidentes de tránsito quedaron sin atención médica oportuna tras el colapso del servicio de emergencias SAMU en Puno, situación que se registra desde el lunes 11 de agosto por problemas administrativos entre la Dirección Regional de Salud y la empresa telefónica. Los ciudadanos que intentaron comunicarse durante la madrugada encontraron la línea completamente inoperativa, impidiendo que el personal médico fuera alertado para intervenir en casos críticos que requerían asistencia inmediata.
Freddy Velásquez Angles, director regional de salud, atribuyó la suspensión del servicio a acciones unilaterales de Movistar, empresa que aparentemente se encuentra retirándose del territorio peruano según su versión. El funcionario negó categóricamente que se trate de falta de pago por parte de la Diresa hacia la compañía telefónica, aunque no proporcionó documentación que respalde esta afirmación.
Vecinos y usuarios denunciaron que realizaron reiterados intentos de comunicación durante situaciones de emergencia, pero las llamadas nunca fueron contestadas por operadores del sistema de urgencias médicas. Los testimonios coinciden en señalar que la línea permaneció completamente desactivada durante las horas más críticas, cuando habitualmente se registra mayor demanda del servicio de atención prehospitalaria.
Hasta la mañana del martes 12 de agosto, el servicio no fue restablecido, manteniendo la preocupación ciudadana ante el riesgo de que nuevas emergencias médicas queden sin respuesta profesional adecuada. Las autoridades sanitarias anunciaron dos números de celular como alternativa temporal, aunque la línea oficial 106 continúa sin funcionar en el sistema de telecomunicaciones regional.

Máximo Charaja, secretario del sindicato de trabajadores de salud, anunció que se debe aperturar urgentemente una investigación en las oficinas de abastecimientos y administración de la Diresa para determinar las causas reales del problema técnico. El dirigente sindical considera que la situación refleja una clara irresponsabilidad tanto de trabajadores administrativos como del director regional de salud.
La investigación sindical buscará esclarecer si efectivamente existe falta de pago hacia la empresa telefónica o si se trata de negligencia administrativa que puso en riesgo la vida de ciudadanos que requerían atención médica de emergencia. Charaja enfatizó que los trabajadores de salud no pueden ser responsabilizados por decisiones administrativas que escapan a su control operativo directo.
La crisis del SAMU evidencia deficiencias estructurales en la gestión de servicios esenciales de salud pública en Puno, región que enfrenta constantes desafíos para garantizar atención médica oportuna a su población. La situación demanda respuestas inmediatas de las autoridades competentes para evitar que futuras emergencias médicas queden desatendidas por problemas administrativos.