La papa es un cultivo de nuestra biodiversidad nativa que destaca por sus extraordinarias propiedades nutritivas y por ser símbolo de identidad nacional, sobre todo aquellas con muchas variedades de colores, formas y sabores que la posicionan como elemento importante de nuestro patrimonio natural y cultural.
Con ese enfoque, el Ministerio del Ambiente (Minam) contribuye con diferentes estrategias de conservación. En esa línea, en alianza con 11.410 familias de 72 comunidades de agricultores de diferentes regiones del país se han instalado 40 bancos familiares y 4 bancos comunales de semillas, los cuales albergan, en total, 248 variedades de 10 cultivos nativos, entre ellos 106 variedades de papa nativa: 60 en Apurímac, 30 en Cusco, 6 en Huancavelica y 10 en Puno.
Gracias a los conocimientos y técnicas ancestrales que estas familias utilizan en el manejo y conservación de papas nativas en sus chacras, se espera que en la cosecha del siguiente año se pueda triplicar el número de cultivares de papa nativa en esos establecimientos familiares y comunales.
De otro lado, en cumplimiento de la Ley 29811, Ley de moratoria a los transgénicos, se ha elaborado la Línea de Base de la Diversidad de la Papa Peruana con fines de bioseguridad. En ese estudio se ha identificado que la diversidad de papa cultivada está integrada por 7 especies con 4 subespecies, además de un conjunto de 98 especies silvestres de papa; de las cuales 78 son endémicas.
Una investigación de David Spooner publicada en los Anales de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (2001) establece el origen único de la papa en la zona norte del lago Titicaca. Este es el patrimonio genético que el Estado peruano, a través del Minam y otras entidades competentes, protege y busca su mayor y mejor utilización sostenible para contribuir a superar la inseguridad alimentaria y la pobreza.