Cuatro personas han fallecido por suero fisiológico adulterado de la empresa Medifarma en Perú, desatando una crisis sanitaria que ha llegado hasta el Congreso de la República, el caso, que incluye una paciente en estado de muerte cerebral, ha evidenciado fallas en toda la cadena sanitaria, desde la producción del medicamento hasta la supervisión por parte de las autoridades.
El ministro de salud César Vázquez compareció ante la comisión de salud del Congreso donde despidió públicamente a la directora de Digemid, generando controversia sobre el manejo de esta emergencia.
El exministro Óscar Ugarte criticó esta actuación señalando que el ministerio “podía haber tomado distancia, ser muy ejemplar como autoridad sanitaria y poner las cosas en su sitio”.
La responsabilidad inicial recae en el laboratorio Medifarma, como explica Ugarte: “El tema que es tan doloroso con las muertes que se han producido empieza obviamente en la falla del laboratorio, eso está clarísimo”, y está asumido por el laboratorio, así que ahí no hay ninguna discusión.
Sin embargo, el exministro cuestiona el rol de Digemid: “La cadena de fármacovigilancia, eso lo dice la ley, obliga a que Digemid haga supervisión y detecte problemas que pudieran haber. ¿Por qué no los detectó? Eso es lo que tiene que explicar”.
La peligrosa composición del suero
Ugarte detalló la composición normal del suero y lo que ocurrió en este caso: “Lo normal es 1 litro de agua libre de toda impureza, es un agua químicamente pura, con 9 gramos de cloruro de sodio”, y al multiplicar la cantidad de cloruro de sodio hasta seis veces más, siete veces más, el producto se vuelve letal.
Los efectos en el cuerpo son devastadores según explica el especialista: “Cuando lo meten a la vena, lo que produce es como una quemadura química de la arteria, de las venas donde se está introduciendo, y eso pasa por la circulación de la sangre inmediatamente a todo el organismo”.
La gravedad es tal que Ugarte lo compara con veneno: Produce efectos diversos en el sistema nervioso, en el corazón, en los riñones; “podemos decir es casi como un veneno”. Esa cantidad de cloruro de sodio en la sangre es mortal, como se ha visto.
La falta de una autopsia en aquel primer caso resultó crucial, si las autoridades médicas hubieran investigado adecuadamente la causa de muerte, habrían descubierto que el suero contenía niveles letales de cloruro de sodio —hasta siete veces más de lo normal— actuando prácticamente como veneno en el organismo de los pacientes.
De haberse identificado correctamente la causa, las autoridades habrían podido tomar medidas inmediatas:
- Retirar el lote de sueros contaminados
- Alertar a hospitales y clínicas
- Detener la distribución del producto
Esta omisión permitió que el producto siguiera distribuyéndose durante más de un mes, multiplicando las víctimas que podrían haberse evitado con una intervención oportuna. El suero contaminado, al ser administrado por vía intravenosa, provocaba efectos inmediatos descritos como “quemaduras químicas” en las venas.
Mientras el Ministerio de Salud enfrenta ahora las consecuencias políticas con el despido público de la directora de Digemid, queda pendiente la investigación sobre por qué no se detectó a tiempo esta tragedia sanitaria que ha enlutado a varias familias peruanas.