viernes 01, agosto 2025
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No pudo con la culpa: Hallan muerto en celda al sobrino que asesinó a su tío en Juliaca

Edwin Apaza fue hallado sin vida en la Depincri tras confesar que golpeó a su tío con una piedra y arrojó el cuerpo al río Maravillas en la comunidad de Chimpa Jaran

Confesión criminal de sobrino por asesinato de su tío, tuvo un desenlace fatal, hallan el cuerpo sin vida de Samuel Apaza en calabozo donde esperaba prisión preventiva por homicidio...

Esta mañana, hallan el cuerpo sin vida de Edwin Samuel Apaza Calla fue encontrado en un calabozo de la Depincri. Al parecer, habría decidido quitarse la vida ahorcándose. Los efectivos policiales, al percatarse del hecho, trasladaron el cuerpo al hospital Carlos Monge Medrano, donde solo se certificó su muerte.

Edwin Samuel Apaza Calla, de 38 años, había sido detenido por el brutal asesinato de su tío, Elisban Ricardo Ccalla Flores, de 58 años. El crimen ocurrió el sábado 26 de abril en la comunidad campesina de Chimpa Jaran, en Juliaca. Según la confesión de Apaza, una disputa por terrenos desencadenó el fatídico desenlace.

La confesión de Apaza reveló detalles escalofriantes. La noche del sábado, en Chimpa Jaran, atacó a su tío con una piedra, destrozándole la cabeza. Luego, intentó ocultar el crimen enterrando el cuerpo, pero temiendo ser descubierto, lo desenterró y arrojó al río Maravillas. La Unidad de Emergencias (Uneme) PNP de Juliaca recuperó el cadáver la tarde del lunes.

El caso salió a la luz cuando Amiz Ccalla Catti, hija de la víctima, y Juliana Catti de Ccalla, su esposa, denunciaron la desaparición de Elisban. Las sospechas recayeron inmediatamente sobre Edwin, quien había amenazado de muerte a su tío por conflictos de terrenos. Además, su historial criminal, incluyendo una reciente salida de prisión por violación, generaba desconfianza.

Las diligencias iniciales estuvieron a cargo del personal del Área de Investigación Criminal (Areincri) de la PNP y del fiscal Raúl Quilla Faijo. Edwin negó las acusaciones al principio, pero la noche del lunes confesó su crimen. Las pruebas de luminol confirmaron rastros de sangre en su ropa, cuerpo, rostro y manos.

Según las investigaciones, el sábado 26 de abril, alrededor de las 11:00 p.m., Elisban, en estado de ebriedad, llegó a la casa de su sobrino y comenzó a provocarlo. Edwin, molesto, lo siguió y lo atacó en una trocha carrozable, golpeándolo con una piedra. Tras el crimen, usó una carretilla para trasladar el cuerpo y enterrarlo, pero luego lo desenterró y arrojó al río.

Las labores de búsqueda y rescate se retomaron el lunes por la mañana. Finalmente, agentes de la Uneme hallaron el cuerpo de Elisban flotando en el río, a más de 100 metros del puente Maravillas. El cadáver había sido arrastrado por la corriente aproximadamente un kilómetro desde donde fue arrojado.

Durante la investigación, peritos realizaron pruebas con el reactivo Bluestar Forensic, detectando rastros de sangre en las manos, ropa y calzado de Apaza. También se analizó una carretilla metálica, revelando sangre en la tolva, el mango y una llanta. Estas pruebas reforzaron la hipótesis de homicidio calificado.

La mañana del martes, en una audiencia de prisión preventiva, el juez Santos Llanos Quispe del Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria de San Román – Juliaca, ordenó nueve meses de prisión preventiva para Edwin. Sin embargo, su vida terminó trágicamente en la celda donde esperaba cumplir su condena.

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