Perú retrocedió 53 posiciones en la Clasificación Mundial de Libertad de Prensa 2025, ubicándose en el puesto 130 de 180 países evaluados por Reporteros Sin Fronteras (RSF). Este descenso refleja un entorno hostil para los periodistas, marcado por acoso judicial, campañas de desinformación y restricciones económicas impuestas por el Gobierno. La situación se agravó tras la aprobación de la Ley APCI, que limita el financiamiento a medios independientes y ONG.
El informe de RSF destaca que la libertad de prensa en Perú enfrenta su peor crisis en años, con periodistas sometidos a presiones políticas y económicas. Artur Romeu, director de RSF para América Latina, advirtió que “la ley de la APCI afecta el modelo de sostenibilidad de los medios independientes”, castigando a la prensa crítica al Gobierno. Esta legislación, promulgada en abril de 2025, fortalece a la Agencia Peruana de Cooperación Internacional (APCI) y somete a las ONG, poniendo en riesgo el periodismo de investigación.
Desde 2022, con la llegada de Dina Boluarte al poder, la libertad de prensa en Perú se ha deteriorado drásticamente. El país cayó al puesto 130 en el ranking global, evaluado en cinco aspectos: político, social, económico, jurídico y seguridad. El factor económico es el más crítico, ya que muchos medios enfrentan cierres y dificultades financieras. RSF señala que “los medios se encuentran atrapados entre la independencia y la supervivencia financiera”.
Un entorno hostil para el periodismo
La directora editorial de RSF, Anne Bocandé, subrayó que sin independencia económica no hay prensa libre. “Cuando los medios son frágiles, se ven arrastrados a la carrera por la audiencia, a costa de la calidad”, advirtió. En Perú, la inestabilidad política y las leyes sobre influencia extranjera reprimen el periodismo independiente, similar a lo ocurrido en Haití, Estados Unidos y Túnez.

El informe también revela que 160 de 180 países no aseguran la viabilidad financiera de sus medios, lo que amenaza la independencia editorial. En Perú, la Ley APCI crea obstáculos normativos que impiden el acceso a fondos, afectando especialmente a medios críticos del Gobierno. Romeu enfatizó que “no hay señales de voluntad política para revertir esta situación”, lo que podría empeorar las condiciones para el periodismo.
RSF insta a las autoridades peruanas a proteger la libertad de prensa, esencial para la democracia. La organización advierte que la situación en Perú es “sumamente preocupante”, con una caída histórica de 53 posiciones en tres años. Este declive refleja un incremento en el hermetismo gubernamental y un ambiente hostil para los medios, con discursos de acoso judicial y políticas restrictivas.

La lucha por la supervivencia de la prensa
El periodismo de investigación en Perú se refugia principalmente en medios digitales, mientras las redes sociales ganan terreno en la cobertura en vivo. Sin embargo, la desinformación persiste, y la labor informativa se ve constantemente amenazada por actores estatales y la polarización política. RSF destaca la pluralidad del panorama mediático peruano, aunque con una marcada influencia en Lima y una línea editorial que respalda a la coalición en el poder.
La crisis política en Perú ha llevado a que la mayoría de los ciudadanos se informen a través de medios locales o plataformas como TikTok, disminuyendo la audiencia de la televisión. Este cambio refleja la fragilidad de la libertad de prensa, donde la labor periodística enfrenta desafíos crecientes. RSF advierte que, sin un cambio en las políticas gubernamentales, la situación podría seguir empeorando.

Ante este panorama, RSF llama a los gobiernos a desarrollar políticas que protejan a los periodistas y garanticen el derecho a la información. La organización subraya que “la independencia financiera es vital para una información libre y fiable”, y que es necesario aplicar soluciones a gran escala para restaurar una economía favorable al periodismo.
En el actual contexto Perú enfrenta un momento crítico para la libertad de prensa, con un entorno hostil que pone en riesgo la labor periodística. La aprobación de leyes restrictivas y la falta de apoyo gubernamental agravan la situación, dejando a los medios independientes en una lucha constante por su supervivencia.