El plan regional de seguridad ciudadana 2024-2027 presenta graves errores desde su diagnóstico, según el economista Wilber Cutipa Alejo, las cifras oficiales indican una reducción de delitos entre 2016 y 2022, pero esos datos contrastan con la realidad de inseguridad que vive Juliaca, donde extorsiones, asaltos y homicidios aumentan sin control.
La región Puno enfrenta una crisis de seguridad que mantiene en alerta a miles de familias, Cutipa Alejo identifica una alianza entre mafias políticas y crimen organizado como el principal problema, esta situación ha dejado a la población en estado de vulnerabilidad constante.
Según el INEI, en 2024, 365 de cada mil personas mayores de quince años en Juliaca fueron víctimas de algún delito, el profesional sostiene que esta cifra refleja un deterioro social que las autoridades no han sabido contener.
Cutipa Alejo señala que ni el gobierno regional ni las municipalidades de Puno y San Román han invertido lo suficiente en seguridad, las pocas acciones realizadas son aisladas y el serenazgo opera sin coordinación ni recursos adecuados.
El Comité Regional de Seguridad Ciudadana carece de liderazgo, según el economista, los titulares no asisten a reuniones clave, lo que demuestra falta de compromiso del gobernador y otros funcionarios para resolver la emergencia.
Cutipa plantea reformular el plan de seguridad, reforzar el serenazgo con mejor equipamiento y desplegar más policías en zonas críticas, además, sugiere evaluar el traslado de penales fuera de áreas urbanas para reducir influencia criminal.
El experto insiste en reasignar partidas presupuestarias para garantizar fondos destinados a seguridad, advierte que, sin recursos suficientes, ninguna estrategia tendrá resultados efectivos.
Otra propuesta es expulsar a migrantes en situación irregular y desempleados, Cutipa argumenta que esta medida, discutida en el Comité Regional, ayudaría a reducir factores de riesgo.
El economista enfatiza que solo acciones firmes y voluntad política genuina pueden revertir la crisis, la población exige respuestas inmediatas para recuperar la paz en sus calles.
Finalmente concluye que sin un cambio radical en la gestión, Puno y Juliaca seguirán sumidas en la inseguridad, el momento de actuar es ahora, antes de que la violencia escalé a niveles irreversibles.