El proyecto Frutales en la región de Puno se encuentra en el centro de la polémica tras las declaraciones del ingeniero Santos Donato Ramos Copa, exsupervisor del proyecto quien defendió su gestión ante las acusaciones de Antonio Paxi, productor de San Juan del Oro. Ramos Copa niega las acusaciones y habla de un posible complot.
Ramos Copa argumenta que las quejas provienen de extrabajadores que fueron despedidos a finales de diciembre por incumplimiento de funciones. El ingeniero afirma que durante su supervisión detectó irregularidades, como el almacenamiento incorrecto de abonos. Además, señala que algunos técnicos no cumplían con su labor de visitar a los beneficiarios.
El exsupervisor del proyecto Frutales también abordó las críticas sobre la falta de avances visibles en el proyecto. Explicó que este tipo de proyectos productivos requiere tiempo para mostrar resultados. Puso como ejemplo el proyecto Proleche, que tardó años en dar frutos. Además, aclaró que no se ha atendido al 100% de las ECAS debido al presupuesto asignado.
A pesar de las dificultades, Santos Copa insiste en que el proyecto se está ejecutando correctamente y que ya hay avances concretos. Mencionó que se han plantado 30 hectáreas de palto y 120 de cítricos, además de la implementación de viveros familiares y módulos de compost. El exsupervisor también afirma que se dejó una ejecución del 50% del proyecto.
Santos Copa se refirió al problema de plagas y enfermedades que afectan a los cultivos tropicales en la región. Señaló que este tema es de competencia nacional y que SENASA es el ente encargado. Además, mencionó una propuesta para modificar el proyecto y priorizar el control de plagas, reconociendo la urgencia de atender esta problemática.
El ingeniero Santos Copa se retiró voluntariamente del proyecto para no dañar su imagen ante las acusaciones difundidas en redes sociales. Sin embargo, niega ser responsable de las plagas y enfermedades en la selva.