Miles de estudiantes de Bolivia y todo el Perú llegan a Puno para celebrar los 200 años del Glorioso Colegio Nacional San Carlos. Esta celebración histórica incluye un desfile magno donde participarán instituciones emblemáticas de ambos países, convirtiendo a la ciudad altiplánica en el epicentro educativo más importante de la región.
Efraín Taca, subdirector de la institución, confirmó que colegios bolivianos como Pichincha de Potosí y Sucre de Cochabamba ya confirmaron su participación. Además, prestigiosas instituciones peruanas como Guadalupe de Lima e Independencia Americana de Arequipa también estarán presentes en esta fecha memorable.
Las trece provincias de Puno enviarán delegaciones de sus colegios más representativos para honrar al San Carlos. Localidades como Ilave, Juli y Yunguyo también se sumarán a esta gran fiesta educativa que promete marcar la historia regional.
Las actividades festivas iniciaron ayer a las cuatro de la tarde con una emotiva víspera y serenata donde los tres niveles educativos del plantel participaron activamente, mientras que a las seis y treinta se realizó el encuentro de bandas sinfónicas visitantes.
La ceremonia central se desarrolló hoy a las siete y treinta de la mañana con protocolo oficial. El acto incluyó el izamiento de la bandera nacional y la ofrenda floral al libertador Simón Bolívar, creador de esta histórica institución educativa.
Inmediatamente después de la ceremonia protocolar comenzó el gran desfile bicentenario por las principales calles de Puno. Estudiantes actuales y exalumnos “carolinos” recorrerán la ciudad en una marcha que busca demostrar el orgullo institucional acumulado durante dos siglos.
El colegio San Carlos fue fundado por Simón Bolívar el siete de agosto de 1825, convirtiéndose en pilar educativo regional. Taca destacó que la frase “Puno es San Carlos, San Carlos es Puno” refleja la importancia histórica de esta institución para la identidad local.
La celebración cobra mayor relevancia porque en San Carlos también funcionó inicialmente la Universidad Nacional del Altiplano. Los organizadores trabajan intensamente para que este bicentenario quede grabado en la memoria colectiva como un evento único e irrepetible.