Puno perdió su histórico liderazgo nacional en producción de quinua tras registrar solo 350 kilos por hectárea en la campaña agrícola 2023-2024, una caída drástica frente a los 850 o 1,050 kilos que obtenía en años anteriores, según explicó Willy Huacho Salas, jefe zonal de Agromercado.
La región fue superada por Apurímac, que ahora encabeza la producción nacional, y por Cusco, que ocupa el segundo lugar. Este descenso representa un golpe importante para la economía agrícola puneña, donde miles de familias dependen del cultivo de la quinua para su sustento.
El jefe de Agromercado atribuyó la baja productividad a las condiciones climáticas adversas registradas en los años 2023 y 2024. Heladas, sequías y lluvias irregulares afectaron directamente los campos de cultivo y redujeron la capacidad productiva de la región altiplánica.
Huacho Salas indicó que la meta para la campaña 2025-2026 es sembrar treinta mil hectáreas adicionales de quinua con el propósito de recuperar el liderazgo perdido. Aclaró que el incremento de la superficie cultivable permitirá compensar las pérdidas y mejorar el rendimiento agrícola.
El funcionario explicó que un rendimiento de 350 kilos por hectárea apenas equivale a un tercio del promedio nacional esperado, lo que refleja la magnitud del impacto climático. Subrayó que el reto ahora es aplicar técnicas modernas que permitan alcanzar nuevamente los niveles de 850 kilos.
La disminución productiva ha generado inquietud entre autoridades y productores del altiplano, quienes temen mayores consecuencias económicas si las condiciones climáticas no mejoran. Puno, que durante años fue la capital de la quinua, busca recuperar su sitial histórico en los próximos meses.


