En horas de la mañana un grupo de estudiantes y representantes de la autoridad universitaria de la UNA Puno acordaron realizar una tregua estratégica de 30 días. Esta decisión clave surgió de un diálogo con el vicerrector académico y un corresponsal de la Defensoría del Pueblo.
El motivo principal para levantar la toma es permitir que los procesos de acreditación de varias escuelas profesionales se realicen sin impedimentos, ya que los estudiantes no desean perjudicar a sus compañeros ni las actividades académicas programadas. Los alumnos enfatizaron que son personas con las que se puede dialogar y buscan soluciones prudentes.
Los estudiantes han establecido un plazo de 30 días para que las autoridades universitarias respondan a sus demandas. Durante este periodo, esperan un avance mínimo del 30% o 50% en la resolución de sus peticiones. El vicerrector, por su parte, se comprometió a apoyar totalmente a Kimberly Chávez, estudiante herida durante un enfrentamiento el día martes por la noche, el apoyo consistiría en asistencia económica y psicológica a la vez que se garantizaba que no habrá persecución contra ella ni ningún estudiante.
Además de las demandas relacionadas con Kimberly, los estudiantes exigen la destitución inmediata del jefe de seguridad, a quien acusan de amedrentar a estudiantes en múltiples ocasiones anteriores. También esperan la resolución de todos los pedidos generales que cada escuela profesional ha presentado a la universidad.
Sin embargo, los estudiantes indicaron que esta “tregua sencilla” no significa que las demandas sean olvidadas pues los estudiantes han sido claros: si no hay una respuesta o avance significativo por parte de las autoridades universitarias en el plazo establecido, retomarán las movilizaciones con mayor contundencia y la participación de toda la universidad.
La decisión de levantar la toma refleja una postura cautelosa y madura por parte de los estudiantes, quienes buscan evitar acciones impulsivas que puedan conducir al fracaso. Ellos agradecen la predisposición del vicerrector a viabilizar sus pedidos, reconociendo al Consejo Universitario como la instancia decisiva.