Más de cincuenta presuntos feminicidios marcan el inicio de 2025 en Perú, mientras Puno enfrenta una crisis con siete casos sospechosos que alarman a organizaciones defensoras de derechos humanos en la región sur del país.
Una vigilia congregó ayer a decenas de mujeres en memoria de víctimas de feminicidio, desaparición y asesinatos durante la represión estatal. Yanela Ramos del movimiento Manuela Ramos encabezó la actividad reafirmando su compromiso con la defensa femenina.
El programa nacional Warmiñan documentó la cifra alarmante de feminicidios a nivel nacional, mientras Puno presenta siete casos sospechosos, tres confirmados y tres tentativas junto a una investigación en curso durante este año.
El caso de Noemí, joven de 26 años hallada sin vida en Juliaca, generó indignación ciudadana y refuerza sospechas de un nuevo feminicidio que conmociona a la población juliaqueña y regional.
El movimiento Manuela Ramos anunció una postura vigilante para acompañar a familiares de Noemí, exigiendo investigaciones desarrolladas con celeridad y transparencia por parte de las autoridades competentes del Ministerio Público.
«Las mujeres merecemos vivir sin miedo, si salimos a la calle debemos regresar con vida», concluyó Ramos durante la emotiva vigilia que visibilizó la problemática de violencia de género.