Con lágrimas y gritos de dolor, los familiares de Úrsula Mamani Ccama llegaron a Juliaca para exigir la captura inmediata de Asuncio y Carmelo Mamani Ccama, sus dos hermanos menores, señalados como los presuntos autores de su asesinato. La mujer de 56 años fue hallada sin vida en su vivienda en Bellapampa, distrito de Cojata, provincia de Huancané, con dos impactos de bala, en un crimen que su familia vincula directamente a una disputa por terrenos familiares.
«¡Justicia para Úrsula! ¡Que los atrapen ya!», clamó Dolores Mamani Ccama, hermana de la víctima, quien denunció que las autoridades de Huancané habrían ignorado las denuncias previas por amenazas y violencia. «Desde diciembre y enero advertimos que nos querían matar, pero nadie nos escuchó», relató entre sollozos, mientras recordaba que el domingo, a las 8 p.m., el celular de su hermana se apagó para siempre.
Según su testimonio, Úrsula le confesó horas antes que sujetos intentaban usurpar sus tierras. «Ahora está muerta, y los responsables siguen libres», lamentó Dolores, quien acusó a la Policía y al Poder Judicial de proteger a los hermanos, a pesar de las pruebas de violencia previa, incluyendo un intento de incendio y robos.
La necropsia realizada este martes busca recabar evidencia, pero la desconfianza en las instituciones es evidente. «Archivaron nuestras denuncias, y hoy lloramos a mi hermana», dijo, mientras la comunidad de Huancané se une a las protestas. «No queremos más impunidad», exigieron los manifestantes, quienes demandan una investigación transparente y sin parcialidades.
El caso ha conmocionado a la provincia, donde vecinos y organizaciones exigen que se revise el archivamiento de las denuncias anteriores. «Primero intentaron matar a nuestra madre, luego a Úrsula. ¿Hasta cuándo seguirán libres?», cuestionó Dolores, mientras la DEPINCRI de Juliaca inicia las diligencias.
Con el cuerpo de Úrsula ya en la morgue y los acusados en paradero desconocido, la familia insiste: «No nos moveremos hasta verlos tras las rejas». La presión social crece, pero la justicia, para ellos, sigue siendo una deuda pendiente.