El Secretario General del Sindicato de Trabajadores del Sector Salud (SUTRESS), Máximo Charaja Colque, explicó que se encuentra en alerta constante ante sospechas de demolición de la infraestructura de la Dirección Regional de Salud (Diresa), y sobre todo tras incidentes del ultimo 15 de noviembre, cuando maquinaria para estudios de suelos y agua ingresó sin notificación oficial al establecimiento. Empleados asistenciales y administrativos rechazaron el operativo destinado al expediente técnico del nuevo hospital previsto para 2026.
La falta de coordinación previa generó malestar entre el personal de salud de la Dirección Regional de Salud. «No sabemos cuál es el plan de contingencia que tiene el gobierno regional», declaró Charaja al evidenciar la desinformación sobre el proyecto. Los trabajadores denunciaron el ingreso sorpresivo de equipos que podrían afectar áreas críticas como el laboratorio y la cadena de frío del recinto hospitalario.
Por ello, el gremio exigió transparencia ante la llegada de maquinaria sin comunicación sobre el inicio de obras. «Quieren destruir equipos únicos en la región sin garantías de traslado», advirtió el dirigente al subrayar el riesgo para el sistema sanitario. Los empleados cuestionaron la ausencia de claridad sobre el destino de las instalaciones actuales en alerta permanente.
Asimismo, Charaja acusó al gobernador regional Richard Hancco de eludir responsabilidades y buscar culpables en lugar de dialogar. El hospital Manuel Núñez Butrón debe operar hasta que la transición esté garantizada, insistió el secretario general. Los empleados temen que acciones precipitadas dañen equipos especializados esenciales para la atención médica en la región de Puno.
De igual manera, los trabajadores de la DIRESA mantienen su postura de defensa ante la posible demolición de áreas clave. «Necesitamos más hospitales, no menos establecimientos», recalcó el dirigente al exigir que cualquier intervención se comunique con anticipación. La vigilancia permanente del personal busca evitar nuevos ingresos de maquinaria sin aviso para proteger la operatividad del sistema de salud.
Finalmente, el gremio exige conocer fechas oficiales para el inicio de obras y el plan de contingencia antes de permitir intervenciones físicas. La movilización refleja la preocupación por la continuidad de servicios médicos vitales en la región altiplánica. La presión sobre las autoridades aumenta mientras persiste la incertidumbre sobre el proyecto de modernización del establecimiento hospitalario referencial.


