El veranillo de dos semanas paralizó el crecimiento de los cultivos emergentes de quínua en la Agencia Agraria San Román según alertó su director Pedro Huanca Aracayo. Las plantas con cuatro a seis hojas verdaderas no avanzan y los agricultores temen pérdidas si persiste la sequía.
Huanca explicó que este fenómeno —días secos dentro de la temporada de lluvias— afecta ahora a las siembras de septiembre. «Las plantas se quedaron dónde estaban y no hay buena ramificación», señaló, aunque descartó marchitamiento por el momento.
El riesgo mayor está en la fase lechosa del cultivo, etapa crítica donde el veranillo podría causar daños irreversibles. Las lluvias recientes dieron un respiro, pero Huanca advirtió: «Si el clima seco continúa hasta diciembre, la producción se verá seriamente afectada».
La Agencia Agraria monitorea los campos y evalúa estrategias para mitigar el impacto. «Estamos en crecimiento vegetativo y necesitamos humedad constante», afirmó Huanca, quien instó a los productores a estar alertas ante posibles heladas tardías.
Los pequeños agricultores de San Román son los más vulnerables, pues dependen de estos cultivos para su sustento. Huanca recordó que, aunque no hay pérdidas totales, el retraso en el desarrollo reduce rendimientos y calidad en la cosecha.
El director también destacó que, pese a los veranillos, la región aún está libre de plagas como las hadas. Sin embargo, el estrés hídrico debilita las plantas y las hace más susceptibles a enfermedades.
Huanca concluyó que, aunque las lluvias recientes ayudaron, «la incertidumbre climática sigue siendo una amenaza». La agencia trabaja en coordinación con la Dirección Regional Agraria para brindar apoyo técnico a los productores afectados.


