El abogado Cristian Palomino García alertó que la minería ilegal en Puno vive una “ley de la selva” tras el hallazgo de fosas comunes con al menos cinco cuerpos y la persistente violencia que el estado no logra frenar ni controlar.
En la región de Puno, zonas mineras ilegales presentan un aumento de violencia y fosas comunes con víctimas fatales; el especialista Palomino explicó que la crisis se agrava porque el estado no ofrece respuestas claras ni efectivas frente a esta problemática creciente.
Palomino mencionó también la reciente violencia en Pataz, dijo que se originó cuando concesionarios contrataron seguridad informal con ex militares o personas sin antecedentes estos guardias explotaron mineral por cuenta propia y pelearon con armas para controlar territorios generando masacres similares a la Rinconada.
Estado sin control y estrategias insuficientes
Palomino García indicó, que el gobierno peruano declaró estado de emergencia la provincia de Pataz, desplegó militares y destruyó bocaminas ilegales, además un ministro visitó la zona, pero “no hubo resultados concretos” tras estas acciones según Palomino quien cuestiona la eficacia estatal.
Para el abogado declarar emergencia desplaza a delincuentes y destruir bocaminas sólo soluciona momentáneamente pues “se necesita un trabajo de inteligencia efectivo” que capture a los responsables y evite que el problema se traslade a otras áreas.
Palomino sostiene que la lucha debe ir más allá de instalaciones y atacar el dinero y bienes de las organizaciones, criminales con herramientas legales como lavado de activos y extinción de dominio “no basta con destruir hay que identificar y ser eficaz”.
Formalización minera y daño ambiental en Puno
El proceso de formalización REINFO centraliza documentos en Lima, pero funcionarios regionales creen que esto es una forma de deslindar responsabilidades y que “las regiones conocen su realidad y deberían crear sus estrategias” para enfrentar la minería ilegal.
Además, Palomino advierte que la minería artesanal usa maquinaria pesada y la minería aluvial, contamina ríos como el Ramis que corre con colores extraños y sin vida, falta identificar a los responsables entre mineros ilegales informales o formales.
Finalmente, el abogado señala la fuerte influencia política de la minería en la región y la necesidad de identificar a los llamados “minero alcaldes” quienes mantienen el control territorial y político perpetuando la informalidad y la violencia en Puno.
Redacción: Gisela Pimentel Poma