Los vecinos del barrio San Juan de Miraflores, en la localidad de Yunguyo, alertan sobre una grave contaminación ambiental que afecta sus vidas y el ecosistema del Lago Titicaca.
Según Aurelio Huanca Quispe, presidente del barrio, las aguas residuales de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) vierten directamente al río Pichipa, formando lagunas pestilentes que luego desembocan en el lago.
Huanca Quispe, junto a otros pobladores, asegura que, a pesar de haber solicitado ayuda al alcalde provincial Fernando Coya Valdivia y a funcionarios municipales, no han recibido respuesta.
Los vecinos describen que, diariamente, soporta olores nauseabundos provenientes de las aguas negras que se acumulan cerca de sus viviendas. Además, la contaminación se ha extendido a los campos de cultivo y afecta a sus animales, generando un impacto directo en su salud.
Explicó que las aguas residuales, en lugar de ser tratadas adecuadamente, se vierten sin control, creando pozos sépticos que luego fluyen hacia el Lago Titicaca, ya declarado como sujeto de derecho por el Consejo Regional de Puno.
Enfatizó que esta situación es insostenible y exige la intervención inmediata de instituciones como la Autoridad Nacional del Agua (ANA), el Proyecto Especial Lago Titicaca (PEBLT), el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) y el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SERNANP).
La contaminación no solo perjudica a los vecinos, sino que también atenta contra la biodiversidad y la conservación del Lago Titicaca, un recurso natural vital para la región.
Los pobladores exigen que las autoridades tomen medidas urgentes para detener el vertido de aguas residuales sin tratamiento y que se realicen inspecciones técnicas en la PTAR para garantizar su correcto funcionamiento.
Además, piden que se implementen soluciones definitivas que eviten que los desechos lleguen al lago, protegiendo así la salud de la comunidad y el medio ambiente.