La jefa del área de epidemiología de la Red de Salud San Román, Miriam Rodríguez Oviedo, alertó sobre múltiples casos de varicela registrados en instituciones educativas de la provincia, donde algunas autoridades escolares impiden el ingreso del personal sanitario para controlar los focos infecciosos que amenazan la salud estudiantil.
Las autoridades sanitarias confirmaron un brote oficial de varicela en una institución educativa particular de San Román, tras registrar cuatro casos iniciales y dos adicionales durante la presente semana. “En epidemiología, un brote es cuando tenemos dos o más casos de la misma zona, del mismo conglomerado”, explicó la especialista durante su intervención pública.
Los casos detectados corresponden a estudiantes de educación secundaria con edades comprendidas entre once y dieciséis años, aunque las autoridades reconocen que “hay muchos casos que no llegan a los establecimientos de salud”, lo que evidencia una problemática de subregistro que complica el control epidemiológico efectivo de la enfermedad.
La situación se agrava porque varios centros educativos, tanto particulares como estatales, “no nos permiten el ingreso al centro educativo” para realizar las evaluaciones correspondientes. Esta resistencia institucional obstaculiza las labores de prevención y control, poniendo en riesgo la salud de toda la comunidad educativa y sus familias.
Las autoridades sanitarias coordinan con la Unidad de Gestión Educativa Local para obtener “un comunicado, un documento donde se permite el acceso a los centros educativos que presentan casos de estas enfermedades febriles eruptivas prevenibles por vacunas”, buscando respaldo legal para sus intervenciones preventivas en las instituciones resistentes.
La varicela se transmite “por vía respiratoria y por el contacto con el líquido que se forma en las ampollitas”, conocidas técnicamente como vesículas. Los síntomas principales incluyen fiebre y “granitos en el cuerpo” que posteriormente evolucionan hacia erupciones características que requieren atención médica inmediata para evitar complicaciones graves.
El protocolo sanitario establecido indica que los estudiantes afectados deben “dejar de asistir a clases” hasta su recuperación completa, implementando medidas como “lavado de manos frecuente y uso de mascarillas” para prevenir la expansión del brote hacia otros compañeros y personal educativo de las instituciones afectadas.
Las autoridades advierten que, sin las medidas necesarias, el brote puede expandirse masivamente, especialmente en espacios como comedores escolares donde “están toditos juntos” durante el recreo y almuerzo. Esta situación podría obligar a “suspender las clases en esos centros educativos” si no se implementan los protocolos sanitarios adecuados.
La falta de acceso a información básica como “nombres ni direcciones donde viven estos niños” impide identificar el caso índice y realizar el seguimiento epidemiológico necesario. Esta limitación compromete gravemente las estrategias de contención y prevención que requieren trazabilidad completa de los casos confirmados.
Las complicaciones potenciales incluyen neumonía, agravada por el consumo de “líquidos helados” durante episodios febriles. Las autoridades recomiendan corte frecuente de uñas para evitar lesiones por rascado, uso permanente de mascarillas en espacios cerrados y acudir inmediatamente a establecimientos de salud ante síntomas de fiebre y erupciones cutáneas.