En la reciente conferencia T3chFest 2023, se ha presentado una tecnología revolucionaria que plantea despedirnos de los tradicionales dispositivos USB y dar la bienvenida al almacenamiento de datos en ADN. Durante la charla, María Gómez, estudiante de biotecnología en la Universidad Politécnica de Valencia, ha compartido su entusiasmo y pasión por la biotecnología, enfocándose en la capacidad del ADN para almacenar grandes cantidades de información.
El problema actual con el almacenamiento de datos está presente muy seguido, ya que se requiere una mayor protección y se genera un alto consumo energético y huella de carbono. Ante esta problemática, la idea de utilizar el ADN como una forma de almacenamiento se vuelve relevante. El ADN tiene una alta densidad de almacenamiento y se ha demostrado que puede conservarse de forma intacta durante millones de años.
María Gómez explicó cómo funciona el almacenamiento de datos en ADN, utilizando un código basado en nucleótidos. Estos nucleótidos se disponen de forma complementaria en las cadenas de ADN, permitiendo representar información binaria. La tecnología CRISPR, inicialmente utilizada como sistema inmunológico en bacterias, ha sido adaptada para realizar modificaciones genéticas y almacenar información en ADN.
Los avances tecnológicos en este campo también fueron presentados. En 2019, se creó el primer disco duro de ADN, lo que permitió una mayor automatización y reproducibilidad en los resultados. Además, se destacó que esta tecnología ya se está utilizando en aplicaciones como la serie “Biohackers” de Netflix. Aunque todavía existen desafíos por superar, se espera que el almacenamiento de datos en ADN sea una realidad accesible en un futuro cercano.
El almacenamiento de datos en ADN tiene aplicaciones en diversos campos, desde el entretenimiento hasta la investigación científica. Aunque existen desafíos técnicos y económicos, esta tecnología promete un futuro cercano en el que nuestros datos podrían ser almacenados en material genético de forma segura y eficiente.