Personal del Centro de Salud Mental Comunitario Kusipuricuy de Azángaro y del centro de salud de Muñani, aclararon que la ciudadana quien dijo llamarse Nélida Carcausto, en realidad se llama Vilma y no se le negó la atención médica, pues fue diagnosticada con esquizofrenia paranoide, pero para continuar con el tratamiento se necesita que un tutor se haga cargo de ella y de su menor hija.
“A la usuaria se le brindó tratamiento desde el año 2021, sin embargo, no cuenta con el apoyo de sus familiares y el tratamiento tuvo que ser suspendido, porque ella le suministraba las medicinas a su menor hija”, señaló la jefa del Centro de Salud Mental Comunitario de Azángaro, Cecilia Arística.
Indicó que, al no tener un tutor, dieron cuenta del caso a la Fiscalía de Familia para otorgar la tutela de su hija a otra persona y, de esa manera, ella pueda recibir el tratamiento, pero al momento no hay avances de ello.
Asimismo, se le proporcionó estadía en la Beneficencia de Azángaro, pero debido a su condición de salud, considerada grave, tuvo que ser retirada, pues representaba un peligro para las demás personas.
“La señora en realidad se llama Vilma y necesitamos que alguien tome la tutela de su hija, porque si puede recuperarse, siempre y cuando lleve un tratamiento ordenado”, añadió a través de Pachamama radio.
Por su parte, el jefe del centro de salud de Muñani, Olisis Coillo Valero, negó que a la mujer se le haya negado o brindado una mala atención y relató que se pusieron en contacto con su padre y demás familiares, que finalmente no quieren hacerse cargo de ella ni de su menor hija.
“Hubo compromisos de por medio, pero nadie quiere asumir la tutoría de la paciente, nosotros buscamos el bien de la mujer y la menor, pero si no tiene a nadie, todo es más difícil, además ella para yendo de un lugar a otro, incluso agrede a su familia”, añadió.