El expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, sufrió un atentado durante un mitin en Butler, Pensilvania, el pasado sábado 13 de julio. Una bala le rozó la oreja derecha, pero se encuentra estable y fuera de peligro.
El incidente ocurrió alrededor de las 18:10 hora local, cuando Trump detuvo su discurso al escuchar varios disparos. Inmediatamente, agentes del Servicio Secreto se abalanzaron sobre él para protegerlo, mientras la multitud gritaba.
El tirador, quien fue abatido en el acto, se encontraba en el tejado de un edificio cercano, a unos 30 metros de donde Trump estaba hablando. Otro asistente al mitin murió y otro resultó herido de gravedad, según informó el departamento de policía del condado de Butler.
Trump, con el rostro manchado de sangre y una herida visible en la oreja, fue rápidamente trasladado a un hospital cercano. En menos de una hora, su campaña informó que el expresidente se encontraba bien y que sus heridas eran leves.
El propio Trump agradeció a los agentes de policía y a los médicos por la atención recibida. Posteriormente, relató en su red social Truth Social que una bala le alcanzó en la parte superior de la oreja derecha, muy cerca del cráneo.
El presidente de los Estados Unidos y rival de Trump en la elección, Joe Biden, fue informado del incidente mientras asistía a misa en Rehoboth. Tras el ataque, numerosas muestras de apoyo a Trump se hicieron presentes desde altos cargos del partido republicano.
Este suceso ocurre dos días antes del inicio de la Convención del Partido Republicano en Milwaukee, Wisconsin, y en un momento de debilidad de Biden, quien enfrenta intentos internos para que abandone su candidatura.