La administración Trump anunció el lunes la deportación de 17 “criminales violentos” pertenecientes a las pandillas Tren de Aragua y MS-13 hacia El Salvador, intensificando su política de enviar migrantes a países distintos a los de su origen, pese a críticas sobre falta de transparencia y problemas de derechos humanos.
El Departamento de Estado informó que los inmigrantes fueron trasladados la noche del domingo. Según el comunicado, entre los deportados hay asesinos y violadores, aunque no se proporcionaron detalles sobre las nacionalidades o los presuntos delitos de los expulsados.
La oficina del presidente salvadoreño Nayib Bukele confirmó que entre los prisioneros hay salvadoreños y venezolanos. “Estos criminales ya no aterrorizarán a nuestras comunidades y ciudadanos”, afirmó el Secretario de Estado Marco Rubio en el comunicado oficial.
Los hombres fueron trasladados a El Salvador por el ejército estadounidense, según informó el Departamento de Estado. Imágenes difundidas por el gobierno salvadoreño muestran cómo fueron transportados en autobús a la prisión de máxima seguridad del país, donde les cambiaron a uniformes blancos y les raparon la cabeza.
Condiciones de detención y controversia legal
Los guardias colocaron sus manos sobre el cuello de los detenidos y los obligaron a caminar rápidamente mientras estaban encorvados, esposados y con grilletes en los tobillos. Algunos hombres gruñían por el esfuerzo físico y uno aparentemente vomitó mientras escuchaba instrucciones.
Esta deportación se suma a los más de 200 inmigrantes venezolanos enviados a El Salvador a principios de mes, quienes también permanecen en la prisión de máxima seguridad. La administración Trump ha deportado inmigrantes de diversas nacionalidades a otros países centroamericanos.
El Salvador es el único país donde Estados Unidos envía personas para ser encarceladas allí. Bukele ofreció encarcelar a inmigrantes que EE.UU. quisiera deportar, independientemente de su nacionalidad, durante una reunión con Rubio en febrero.
El presidente Trump agradeció a Bukele el lunes por la noche y declaró: “Fui elegido para sacar de nuestro país a personas malas que no deberían estar aquí”. Trump ha afirmado que la pandilla venezolana Tren de Aragua está invadiendo Estados Unidos e invocó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798.
Controversias legales y derechos humanos
La administración Trump enfrenta desafíos legales por deportar personas a países distintos a los suyos. Un juez federal bloqueó temporalmente el viernes estas deportaciones, dictaminando que las personas con órdenes finales de expulsión deben tener “una oportunidad significativa” de argumentar los peligros que enfrentarían.
El domingo, la administración Trump solicitó a la corte que revocara esta decisión. Anwen Hughes, abogada de Human Rights First, indicó que su equipo aún intenta obtener información sobre las deportaciones del domingo, incluyendo las nacionalidades de los involucrados.
Abogados contratados por el gobierno venezolano para representar a sus ciudadanos deportados y encarcelados en El Salvador solicitaron a la Procuraduría de Derechos Humanos salvadoreña verificar que sus clientes estén realmente detenidos en la prisión de máxima seguridad. El abogado Jaime Ortega insistió en que Estados Unidos todavía no ha compartido evidencia de que los prisioneros sean criminales.
También el lunes, un juez federal suspendió los planes de la administración Trump de finalizar las protecciones legales temporales para cientos de miles de venezolanos, una semana antes de que expiraran.