El investigador académico Ángel Canales ha emitido una llamada de atención urgente sobre la necesidad de llevar a cabo una investigación exhaustiva sobre los niveles de arsénico presentes en el agua potable que se consume en la región. Esta recomendación surge a raíz de las recientes estadísticas que muestran un aumento en los casos de cáncer infantil y malformaciones en fetos de ganado, así como otras enfermedades relacionadas con estos productos químicos.
El biólogo señaló que, si bien existen diversos factores que pueden contribuir a estas enfermedades, como la predisposición genética, en los últimos años ha habido un aumento preocupante de la contaminación ambiental en la región de Puno, principalmente debido a la actividad minera y actividades ilegales que descargan desechos tóxicos de manera indiscriminada en ríos y cuencas.
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En palabras de Canales, «Una de las posibles causas de estas enfermedades podría ser el consumo de agua contaminada con arsénico. Es crucial evaluar su origen, especialmente en áreas donde la actividad minera vierte directamente residuos al sistema de agua que se utiliza para el consumo humano».
Además, el investigador advirtió sobre la presencia de antibióticos en el agua y cómo los restos de estos medicamentos, que a menudo llegan a los cuerpos de agua, pueden tener efectos negativos en la genética de bacterias y plantas, lo que representa un riesgo significativo para la salud y el ecosistema.
La llamada de Canales subraya la necesidad urgente de investigar y abordar la contaminación del agua en la región de Puno para proteger la salud de la población y preservar el medio ambiente.