Las autoridades de seguridad en el transporte y la policía en Tokio iniciaron investigaciones paralelas tras el choque entre un avión de pasajeros Airbus A350 de Japan Airlines y una aeronave Bombardier Dash 8 de la Guardia Costera japonesa en el aeropuerto de Haneda. El accidente ocurrió alrededor de las 6:01 pm del martes cuando el vuelo JL516 de JAL, que transportaba a 375 pasajeros y 11 tripulantes, aterrizaba en una de las pistas después de llegar del aeropuerto de Shin Chitose.
En ese momento, la aeronave de los guardacostas, que llevaba a su bordo siete tripulantes, accedió a la zona preparándose para despegar con rumbo al aeropuerto de Niigata para transportar ayuda humanitaria tras los potentes sismos que azotaron el centro de Japón el lunes y dejaron más de 60 muertos.
Autoridades centradas en comunicaciones de control aéreo
Una bola de fuego salió del avión de pasajeros al momento del impacto. El Airbus A350 siguió rodando envuelto en llamas mientras los pasajeros y tripulantes evacuaban en 20 minutos. El piloto del avión de la Guardia Costera resultó herido, pero los otros seis tripulantes fallecieron.
Las autoridades de seguridad en el transporte se centraban en las comunicaciones entre los controladores y los dos aviones para determinar la causa del accidente. La policía abrió una investigación sobre posible negligencia profesional.
Los investigadores examinaron los restos carbonizados en la pista y planean entrevistar a los pilotos, responsables de ambos vuelos y controladores aéreos. Cada aeronave tenía un entendimiento diferente sobre la autorización para usar la pista según sus respectivas afirmaciones.
Control aéreo autorizó aterrizaje de un avión y despegue del otro
Japan Airlines sostuvo que su vuelo tenía permiso para aterrizar. Los controladores habrían autorizado la maniobra de aterrizaje del JL516 y ordenaron al piloto del avión de la Guardia Costera esperar. Pero este afirmó posteriormente que también recibió luz verde de la torre para despegar, de acuerdo a lo informado por medios locales.
Las autoridades buscan determinar por qué ambas aeronaves recibieron instrucciones contradictorias y terminaron en la pista al mismo tiempo, lo que derivó en la colisión y el incendio de los aviones con el trágico saldo de cinco fallecidos del equipo de la Guardia Costera japonesa.