En búsqueda de soluciones para acabar con la corrupción, especialistas han puesto sus ojos en la inteligencia artificial, una tecnología que tiene como objetivo crear máquinas con capacidades similares a las del ser humano.
El ingeniero Russel Lozada explica que la inteligencia artificial permite a las máquinas desarrollar actividades que requieren análisis y respuestas inmediatas. En algunos países, se están explorando sistemas informáticos como el reconocimiento del habla y la toma de decisiones basadas en modelos matemáticos.
Expertos en Europa están aplicando la evaluación por inteligencia artificial a políticos, con el objetivo de conocer todos los detalles de su formación y costumbres, desde sus valores hasta sus prácticas éticas y morales.
Para Lozada, la identificación de personas adecuadas con potencial para ser autoridad podría ser clave para prevenir la corrupción. Una solución que podría contribuir a reducir los problemas que enfrenta nuestro país.
La aplicación de la inteligencia artificial en la lucha contra la corrupción podría ser la luz al final del túnel. Una tecnología aún en desarrollo, que presenta misterios por descubrir, pero que encierra grandes posibilidades para combatir la corrupción enquistada en diferentes niveles del estado a nivel global.