En la región de Puno, productores y artesanos levantan su voz ante la injusticia que enfrentan al no recibir un precio adecuado por la fibra de vicuña. A pesar de que una chompa elaborada con esta fibra se vende en Estados Unidos por 9 mil dólares, ellos solo obtienen entre 370 y 400 dólares por la materia prima.
Según Roger Flores, representante del sector, el valor justo de la fibra de vicuña debería oscilar entre 700 y 1 mil dólares. Sin embargo, los intermediarios se llevan la mayor parte de las ganancias, dejando a los productores con migajas. Flores Quispe exige una mayor organización del sector para poner fin a este abuso.
La situación no es diferente para los productores de alpaca, quienes venden su fibra a tan solo 18 o 19 soles por kilo. Flores Quispe culpa a la falta de organización en el sector y al monopolio de la industria textil, que impone precios bajos a los proveedores de materia prima.
Flores Quispe hace un llamado a las autoridades para que presten atención a este problema y apoyen la formalización de las organizaciones de productores. Además, critica a instituciones como Sitec e ITP por no valorar el trabajo artesanal en el Día del Artesano.
El representante del sector camélido insta a los productores a unirse y organizarse para exigir un precio justo por su trabajo. De lo contrario, advierte, seguirán siendo explotados por los intermediarios y la industria textil, sin importar quién esté en el gobierno.