Un 5% de viviendas sin censar persiste en Puno cuando el país cierra el proceso estadístico más importante del quinquenio, obligando al Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) a extender operaciones e instalar módulos de recuperación en puntos estratégicos de la región.
La entidad estadística habilitó puntos piloto en el Mercado Central y su sede institucional para que los ciudadanos ausentes durante las visitas domiciliarias registren voluntariamente su información, proporcionando datos personales, contacto telefónico y dirección exacta de su vivienda para programar un nuevo empadronamiento.
David Velásquez, responsable del INEI en Puno, confirmó que el avance regional llegó al 95% del total de hogares proyectados, aunque reconoció que zonas rurales requieren ampliación del plazo hasta noviembre completo debido a la dispersión geográfica y dificultades de acceso a poblaciones alejadas.
El funcionario enfatizó la necesidad de «recuperar a toda la población que todavía no ha sido censada», considerando que el porcentaje faltante representa miles de personas cuya información resulta indispensable para la planificación de políticas públicas, asignación presupuestal y proyectos de desarrollo regional.
Las complicaciones limítrofes representaron el principal obstáculo durante el operativo censal en la región altiplánica, situación que afectó el trabajo de campo en áreas donde persisten disputas territoriales entre distritos, provincias o departamentos vecinos, generando resistencia o confusión entre pobladores respecto a la jurisdicción correspondiente.
La extensión del período de empadronamiento en sectores rurales de Puno contrasta con el cierre nacional, evidenciando las brechas geográficas y logísticas que enfrentan las regiones andinas para completar procesos estadísticos con cobertura universal, mientras los módulos urbanos buscan captar a la población urbana que evadió el registro domiciliario inicial.