En Macusani, la comunidad campesina de Queracucho, los criadores de alpaca están optimistas este año. Rafael Murillo, su representante, recordó los desafíos del 2023, cuando la sequía causó la pérdida de numerosos ejemplares. No obstante, señala un cambio positivo este año gracias a las lluvias.
Murillo, al destacar la importancia de no bajar la guardia, aconseja la construcción de represas, reservorios y canales. Esto, dice, es crucial para prevenir la escasez de agua y garantizar pasto suficiente en el futuro. Enfatiza que este esfuerzo debe ser colaborativo, involucrando a productores, autoridades y entidades privadas, ya que la alpaca es un producto emblemático para la región.
El representante expresó su confianza en que este año se restablecerá la importancia de la crianza de alpacas en Macusani, conocido como la “Capital Mundial de la Alpaca”. Aunque resalta la calidad superior de la fibra, señala que aún no se refleja en los precios.
Para avanzar, Murillo destaca la importancia de la organización en la comunidad alpaquera de Macusani. “Debemos organizarnos para salir adelante”, subraya, resaltando la necesidad de un enfoque conjunto para garantizar el éxito continuo en la crianza de estos camélidos sudamericanos.