El río principal que abastece de agua potable a la provincia de San Román se encuentra en una situación crítica. Se ha secado en gran medida y presenta niveles alarmantemente bajos de agua, casi reduciéndose a un riachuelo. Esta problemática se agrava debido a la grave contaminación generada por la gran cantidad de basura arrojada por los residentes cerca del puente Independencia.
Las autoridades habían instalado un medidor en este río, pero ahora apenas registra una profundidad de 30 centímetros de agua. Peor aún, aguas arriba, en el punto de captación de seda Juliaca, la situación es similar, con niveles de agua significativamente bajos.
En respuesta a esta crisis de agua y contaminación, el gerente de desarrollo ambiental y servicios públicos del distrito de San Miguel, Isaac Angles Chipana, ha explicado que se han realizado esfuerzos incansables para concientizar a la población sobre la importancia de no contaminar el río que abastece a la provincia de San Román. Se llevaron a cabo campañas de concientización, incluyendo una extensa limpieza del río que se extendió por varios días.
Sin embargo, estas medidas parecen insuficientes, ya que en cuestión de días, la población volvió a arrojar basura al río. Ante esta situación, se ha solicitado la intervención de las autoridades competentes para tomar medidas concretas. Desde el municipio de San Román se está optando por multar y sancionar a aquellos que sean descubiertos arrojando basura, y se han implementado patrullajes permanentes en la zona para prevenir futuros episodios de contaminación.