Melitón Chambi Ticona, vecino de la urbanización Villa Rosenda en el distrito de San Miguel, provincia de San Román, reveló la contaminación ambiental que genera una fábrica de bidones desde las seis de la mañana. El problema afecta la calidad del aire y agua de todo el barrio, provocando dolores de cabeza y olores nauseabundos entre los residentes.
La empresa industrial inicia operaciones diariamente entre las seis y siete de la mañana, momento en que “prende la máquina” y comienza la emisión de humos tóxicos. Los vecinos identifican que la fábrica produce bidones de plásticos, actividad que genera emanaciones constantes de gases contaminantes que penetran hasta el interior de las viviendas del sector.
El olor característico que perciben los residentes es “a caucho quemado” y en ocasiones “como si fuera que estarías quemando un jebe”. Los gases contaminantes provocan dolores de cabeza frecuentes entre los habitantes, quienes además enfrentan la filtración de “agua lechosa” que contamina sus pozos de agua domiciliaria.
La situación se agrava porque los vecinos no cuentan con servicio de agua potable y dependen exclusivamente de pozos artesanales para su consumo. La empresa vierte aguas residuales directamente a la calle, contaminando el suelo y filtrándose hacia las fuentes de agua subterránea que abastecen a las familias del barrio.
Los vecinos presentaron una denuncia formal ante la Subgerencia de Ambiente del distrito de San Miguel, solicitando la inspección y regulación de las actividades industriales. Las autoridades municipales realizaron una verificación en el lugar, pero los vecinos consideran que la situación “está peor todavía” después de la visita oficial.
Chambi Ticona dialogó directamente con el propietario de la fábrica, sugiriéndole “levantar la chimenea más arriba” para reducir el impacto ambiental. Sin embargo, el empresario no atendió la solicitud vecinal, manteniendo las mismas condiciones operativas que generan la contaminación atmosférica y del suelo en el sector.
El dirigente vecinal confirmó que el problema “contamina no solo a mí ni a ellos, a todos nosotros, todo el barrio”. Los residentes esperan que las autoridades municipales implementen medidas efectivas para regular la actividad industrial y garantizar el cumplimiento de las normas ambientales vigentes.