El antropólogo Aldo Rojas reveló que la Federación Regional de Folclore y Cultura de Puno (FRFCP) fracasó en la organización de la Fiesta de la Candelaria 2025. El caos se evidenció desde el ingreso al estadio, donde espectadores con entradas no pudieron ingresar por falta de espacio, hasta la parada de veneración, que se convirtió en un desorden total. Rojas señaló que la FRFCP no tuvo la capacidad para manejar un evento de tal magnitud.
El problema comenzó con el ingreso de los conjuntos folclóricos al estadio, donde reinó el descontrol. Los espectadores, a pesar de tener sus entradas, se quedaron fuera porque el recinto ya estaba lleno. Muchos intentaron reingresar después de salir a comprar alimentos, pero no pudieron debido a la sobrepoblación. La situación generó frustración y quejas entre los asistentes, quienes no recibieron respuestas a sus reclamos.
La parada de veneración a la Virgen de la Candelaria tampoco escapó del caos. Las calles se llenaron de ambulantes y transeúntes que, con su comportamiento desordenado, opacaron el evento. Rojas destacó que este descontrol no fue culpa de los vendedores ni de los asistentes, sino de la falta de planificación y coordinación por parte de la FRFCP.
El antropólogo criticó a la dirigencia de la FRFCP, a la que calificó de improvisada y sin criterio. Señaló que un evento de esta envergadura requiere una organización experta y roles bien definidos, algo que brilló por su ausencia. Rojas afirmó que la federación actuó como «perro de hortelano», impidiendo que otros colaboraran a pesar de no tener la capacidad para gestionar el evento.
A pesar del desastre organizativo, Rojas reconoció el esfuerzo de los conjuntos folclóricos, quienes se presentaron en orden, con puntualidad y sin excesos. Este comportamiento, según el antropólogo, salvó en parte la imagen de la festividad, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Finalmente, Rojas advirtió que la Fiesta de la Candelaria seguirá creciendo en magnitud y complejidad, por lo que es urgente contar con una dirigencia más capacitada. De lo contrario, dijo, el evento seguirá siendo víctima de la improvisación y el descontrol, afectando su prestigio internacional.


