Los símbolos tecnológicos que vemos cada día en nuestros dispositivos tienen historias curiosas detrás. El poderoso tridente de Neptuno inspiró el icónico símbolo USB que representa la universalidad. El Bluetooth proviene de las iniciales del rey vikingo Harald “Diente Azul”. El hashtag se remonta a la antigua Roma como unidad de peso. La pausa de dos barras verticales era una pausa poética en la antigüedad. Estos símbolos abstractos dan forma tangible a nuestro mundo tecnológico. Aunque los usamos constantemente, pocas veces reparamos en su fascinante origen.
El símbolo del poderoso botón de encendido fue creado por ingenieros en la Segunda Guerra Mundial combinando 1 y 0 del sistema binario. Representa la transición del estado de energía de reserva a encendido. El Wifi surgió a principios del siglo XXI imitando el Yin Yang taoísta, luego evolucionó a las ondas que conocemos.
El USB tomó prestado el tridente del dios Neptuno, cambiando las puntas por figuras geométricas que simbolizan universalidad. Igual que el USB conecta dispositivos, el tridente unía a Escandinavia. Harald “Diente Azul” dio su apodo y letras iniciales rúnicas al Bluetooth por su adicción a los arándanos.
El hashtag o numeral se remonta a la antigua Roma como abreviatura de libra pondo, unidad de peso. Los romanos cruzaban las letras con una línea, origen del símbolo. La pausa de dos barras verticales era una pausa poética o cesura en la antigüedad griega.
Estos fascinantes orígenes a menudo pasan desapercibidos. Pero los símbolos tecnológicos encierran historias curiosas que dan forma tangible a nuestro mundo digital abstracto. Son abstracciones convertidas en objetos cotidianos gracias a mentes ingeniosas.