El estudiante puneño de cuarto año de secundaria, Alejandro Pineda Miranda, es uno de los cuatro escolares peruanos clasificados en la 35º edición de la Olimpiada Internacional de Informática, que se desarrollará del 28 de agosto al 4 de septiembre.
Desde hace dos años, las matemáticas y la programación se han convertido en su día a día. Alejandro Pineda, integrante del equipo de programación CodeCramer del colegio Cramer de Puno, superó un riguroso proceso de selección de la Federación Peruana de Informática en junio pasado y logró clasificar -junto a otros tres escolares de Lima- a la 35º edición de la Olimpiada Internacional de Informática, en Hungría.
A pocas horas de comenzar su participación en el 37° Campeonato Internacional de Juegos Matemáticos y Lógicos, en Breslavia, donde también está representando al Perú junto con otros cinco compañeros de su colegio, el escolar contó detalles de su preparación para este nuevo reto.
“Estoy bastante emocionado de ir a la Olimpiada Mundial de Informática, el evento más importante de esta área. Es un sentimiento muy gratificante. He sentido que mis esfuerzos han valido totalmente la pena”, comentó.
Si bien ya ha logrado una medalla de plata en la Olimpiada Iberoamericana de Informática y Computación 2022, el estudiante puneño sabe que no puede confiarse y tiene jornadas de práctica de tres a cuatro horas diarias.
El también miembro del Centro de Alto Rendimiento en Matemática de Cramer desarrolla cada día nuevos ejercicios usando el lenguaje de programación C++. “Aunque algunos prefieren usar Java, yo pienso que C++ es un lenguaje mucho más cómodo y didáctico”, opinó el futuro ingeniero de software.
“Realizo ejercicios un poco más complejos y parecidos a los de matemáticas donde uno requiere pensar para resolver problemas. Por ejemplo, realizar de 7 a 10 operaciones en un solo segundo”, dijo.
“Disfruto analizando los problemas, es bastante interesante porque, por lo general, nunca se repiten”, agregó.
En la Olimpiada Internacional de Informática, Alejandro deberá enfrentarse a tres problemas sumamente difíciles y solo tendrá cinco horas para resolverlos.