Un informe de la Contraloría General de la República ha revelado múltiples irregularidades y deficiencias en el controversial proyecto “Lomas de Ilo”, emblemática obra impulsada por el Gobierno Regional de Moquegua.
El documento advierte que la reciente puesta en funcionamiento del 15 de diciembre, difundida como un éxito por la gobernadora Gilia Gutiérrez y el gerente de Pasto Grande Javier Romero, no cumplió con estándares técnicos elementales. Por ejemplo, el caudal de agua utilizado en las pruebas (200 l/s) fue menos de una cuarta parte del caudal de diseño de la tubería (900 l/s).
Esta y otras graves omisiones, como improvisaciones en cámaras de presión, uso de instrumentos sin certificación o la supervisión de personal no calificado, hacen temer fallas e interrupciones en el futuro suministro de agua para riego a los agricultores de Ilo.
El informe también alerta que al vencerse el próximo 7 de febrero el periodo de responsabilidad por vicios ocultos del ejecutor Obrainsa-Astaldi, el Gobierno Regional ya no podrá exigir reparaciones por más de 27 millones de soles. Esta sospechosa inacción se suma a retrasos en la entrega de información a la Contraloría.
Con una inversión acumulada superior a los 513 millones de soles, crece el temor de que el anhelado proyecto Lomas de Ilo termine convertido en un monumento al despilfarro y la corrupción gubernamental. Urge que las autoridades regionales implementen de inmediato las recomendaciones del ente fiscalizador para rescatar esta iniciativa. De lo contrario, los moqueguanos exigirán rendición de cuentas.