El padre Luis Zambrano afirma que la educación en el país se encuentra muy descuidada ya que muchos profesionales y técnicos dominan su ciencia, pero ignoran la realidad nacional donde actúan. La enseñanza actual resulta repetitiva y oculta la verdad dolorosa, impidiendo la participación política consciente.
El sacerdote recuerda las palabras del santo obispo Óscar Romero de 1978. Romero sostenía que la formación humana debe encarnarse en la realidad para analizarla. Los educadores tienen la gran responsabilidad de ayudar a abrir los ojos a la sociedad.
Esta deficiente educación provoca que las nuevas generaciones no consideren su entorno. Las personas llegan a asumir que la política es un asunto malo y evitan involucrarse. Los maestros no forman individuos críticos, sino personas adaptables a cualquier realidad.
El obispo Romero ponía el dedo en la llaga sobre la necesidad de un método de acción. El movimiento de trabajadores cristianos usaba la metodología de ver, juzgar y actuar. Esta fórmula promueve la transformación del ambiente social si resulta ineficiente.
La primera fase consiste en ver la realidad sin cerrarle los ojos, aunque duela. Luego se debe juzgar la situación mediante la historia o la palabra de Dios. Finalmente la acción es una participación política democrática que promueve un cambio.
La actitud de jóvenes, como la generación Z que protesta en Lima, es un ejemplo notable ya que ellos demuestran una conducta crítica a pesar de su corta edad inspirando a los mayores a impulsar el cambio social necesario.


