La Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento recibió cerca de 1700 denuncias contra Emsapuno y Sedajuliaca hasta octubre de 2025. Javier Pineda, jefe de SUNASS, informó que esta cifra iguala el total de reclamos registrados durante todo el año 2024. Las quejas se concentran en problemas operacionales y deficiencias en el suministro de agua potable en ambas ciudades.
«En diciembre teníamos 1700 denuncias, ahora en este mes de octubre del 2025 ya hemos alcanzado los reclamos del año pasado», señaló Pineda. La autoridad explicó que en la ciudad de Puno los principales problemas son la falta de agua potable, discontinuidad del servicio y baja presión en las redes de distribución.
SUNASS coordina con los vecinos para que presenten sus reclamos formales ante las empresas prestadoras del servicio. Las compañías deben comunicar adecuadamente las razones de cada interrupción o deficiencia en el suministro. La entidad busca garantizar que los usuarios conozcan sus derechos y las obligaciones de las empresas de saneamiento.
El funcionario advirtió que parte de la responsabilidad recae en la población por el manejo inadecuado de tanques elevados. «Las personas lo utilizan a veces con sus propios pozos, y hace que el agua de la red y el agua de pozos se mezclen», explicó Pineda. Esta práctica genera acumulación de sedimentos donde pueden crecer microorganismos peligrosos para la salud.
En Juliaca se reportaron casos de vecinos que encontraron pequeños organismos en movimiento al abrir sus grifos. SUNASS promueve que la población lave sus tanques elevados cada seis meses para evitar la proliferación de microorganismos. La entidad impulsa que los profesores de colegios realicen la limpieza de estos depósitos como medida preventiva.
La institución exige a Emsapuno que comunique inmediatamente cualquier interrupción del servicio a través de redes sociales y medios de comunicación. «A qué hora ha ocurrido, cuánto va a durar, y si dura más de 18 horas se deben dar cisternas a la población», precisó el funcionario. En Juliaca, la empresa aún no cumple completamente con estos protocolos de comunicación establecidos.
SUNASS tiene facultades para sancionar a las empresas que incumplen con sus obligaciones en el servicio de agua potable. Cuando una denuncia afecta a varios barrios, la entidad inicia un proceso de atención formal con plazos y condiciones específicas. Las empresas que no resuelven los problemas en los tiempos establecidos enfrentan sanciones administrativas por parte de la superintendencia.
La zona norte de Puno enfrenta problemas graves de continuidad y presión de agua por fallas en la captación de Totorani. Las roturas en varias secciones del sistema afectan el suministro regular a múltiples barrios de la ciudad. La empresa debe comunicar cada incidente y resolver las averías con celeridad para restablecer el servicio a la población afectada.


