La regidora de la Municipalidad Provincial de San Román, Delfina Trujillo, ha generado controversia al evadir su deber de fiscalización. Cuando se le preguntó sobre el estado de cuatro compactadoras averiadas, Trujillo respondió: “No es mi comisión y no puedo meterme como gusanito”, revelando una preocupante falta de interés en asuntos cruciales para la ciudad.
En una entrevista reciente, la regidora demostró un alarmante desconocimiento sobre el proceso de fiscalización de las máquinas dañadas. A pesar de que un perito ya habría evaluado la situación, Trujillo admitió no estar al tanto de los resultados, argumentando que esa tarea corresponde a otro regidor, el señor Salvador.
Ante el cuestionamiento sobre su labor fiscalizadora, Trujillo realizó una insólita petición: solicitó que no se le entreviste y que, en su lugar, se consulte el informe periódico de la Contraloría General de la República en su página web. Esta actitud levanta serias dudas sobre su compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas.
La regidora, quien forma parte de la Comisión de Desarrollo Económico, mencionó haber presentado dos denuncias ante la Contraloría. Sin embargo, admitió desconocer los resultados de estas acciones, alegando una supuesta sobrecarga laboral en dicha institución y la falta de personal suficiente para atender las demandas.
Trujillo también abordó el tema de una ordenanza para regular el otorgamiento de licencias a locales de expendio de licores y entretenimiento. Según sus declaraciones, esta normativa se encuentra en proceso de replanteamiento debido a observaciones realizadas por otros regidores, sin ofrecer mayores detalles sobre su contenido o implicaciones.
Cabe indicar que, la mencionada regidora en una intención intimidadora nos exigió nuestra acreditación profesional (Título y Colegiatura) observando nuestra labor periodística, el cual calificó de agresivo, ya que aparentemente no le gustó nuestras interrogantes e incluso dejó entrever que nos denunciaría.
La actitud evasiva de la regidora Delfina Trujillo y su aparente desinterés en temas cruciales para la gestión municipal han generado preocupación entre la ciudadanía. Su desempeño pone en tela de juicio la eficacia del control interno en la Municipalidad Provincial de San Román y plantea interrogantes sobre la verdadera labor fiscalizadora de los regidores en beneficio de la comunidad juliaqueña.