Más de dos años de funcionamiento irregular terminan con el cierre definitivo del proyecto cafés especiales del Gobierno Regional de Puno, dicha implementación prometía transformar la producción cafetalera. La iniciativa que debía durar seis meses en el año 2020 se extendió sin mostrar resultados tangibles en la producción cafetalera, dejando a cientos de productores sin el apoyo prometido inicialmente.
La provincia de Sandia será la más afectada por esta decisión, ya que concentraba la mayor cantidad de beneficiarios del programa en los distritos de Patambuco, Phara y Limbani. Concepción Aguirre Ccaso, consejero regional por Sandia, confirmó que las constantes irregularidades detectadas motivaron la entrada del proyecto a su fase de desactivación durante el presente mes.
El primer plazo de cierre venció en agosto pasado, pero las autoridades regionales prevén completar todos los procedimientos administrativos necesarios durante septiembre. Los 400 productores beneficiarios de la provincia quedarán sin el respaldo técnico y financiero que recibían a través de esta iniciativa gubernamental.
La extensión temporal del proyecto generó cuestionamientos sobre su efectividad real en el sector cafetero regional. Aguirre recordó que la inversión realizada no se habría reflejado en mejoras significativas para los productores participantes, quienes esperaban incrementar su productividad y calidad.
El consejero regional lamentó públicamente el desempeño de algunos funcionarios responsables del proyecto Según sus declaraciones, el mal actuar de ciertos servidores públicos habría contribuido significativamente a los retrasos que caracterizaron la ejecución de esta iniciativa desde su puesta en marcha.
La planificación original contemplaba una duración de seis meses para el proyecto Cafés Especiales, iniciado formalmente en 2023. Sin embargo, los constantes retrasos operativos provocaron que la intervención se extendiera por más de 24 meses sin alcanzar las metas establecidas inicialmente.
Las irregularidades detectadas abarcaron diferentes aspectos de la implementación, desde la entrega de insumos hasta el acompañamiento técnico prometido. Los productores cafeteros no recibieron el apoyo especializado que justificaba la inversión pública realizada en sus comunidades.
El cierre definitivo del proyecto marca el fin de una experiencia que evidenció las deficiencias en la gestión pública regional. La falta de resultados notables en la producción cafetalera confirma que los recursos invertidos no generaron el impacto esperado en el desarrollo del sector.