La huelga nacional indefinida de trabajadores del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) cumple su onceavo día. Los manifestantes demandan atención a sus reclamos, que incluyen mejoras salariales y laborales para los tres regímenes existentes: 276, 29709 y CAS. La medida ha provocado el cierre total de penales a nivel nacional.
Los huelguistas denuncian que los trabajadores del régimen CAS, con más de 11 años de servicio, perciben un sueldo de apenas 1500 soles mensuales. Argumentan que esta remuneración es insuficiente, considerando los riesgos que implica trabajar con personas privadas de libertad, incluyendo delincuentes peligrosos.
La paralización ha afectado todos los servicios penitenciarios, incluyendo visitas, economato, atención de abogados y diligencias judiciales. Sin embargo, algunos trabajadores permanecen en los penales para garantizar la seguridad y servicios básicos de los internos, demostrando su compromiso con la institución a pesar de la huelga.
Los manifestantes anuncian una radicalización de sus medidas, con una marcha de sacrificio programada para el miércoles en Lima. Se dirigirán al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), donde realizarán una vigilia, exigiendo la aprobación de un decreto ley que atienda sus demandas y que, según indican, está pendiente de revisión en dicha entidad.