Diez personas en estado de ebriedad fueron halladas tiradas en la vía pública de la ciudad de Puno durante el último fin de semana. Personal de serenazgo interrumpió sus labores de patrullaje para auxiliar a estos ciudadanos que convirtieron veredas, pistas, bancas y parques en dormitorios improvisados. Uno de los intervenidos fue trasladado al Hospital Regional Manuel Núñez Butrón por complicaciones de salud mientras los demás se retiraron por sus propios medios.
El personal de seguridad municipal tuvo que dedicar varias horas a despertar y retirar a los irresponsables de las calles. Esta situación les impidió cumplir con sus funciones principales de prevenir delitos y proteger a los ciudadanos. La escena refleja una lamentable imagen que se repite constantemente en las calles de la ciudad convirtiéndose en un problema recurrente que afecta la labor de seguridad ciudadana.
Solo uno de los diez intervenidos requirió atención médica hospitalaria debido a complicaciones relacionadas con su estado. El afectado fue trasladado al Hospital Regional Manuel Núñez Butrón para recibir atención especializada. Los otros nueve ciudadanos lograron incorporarse y retirarse del lugar sin necesidad de intervención mayor tras ser despertados por los serenos que realizaban sus recorridos nocturnos habituales.
La situación evidencia una preocupante falta de responsabilidad social y respeto por el espacio público en la ciudad. Los vecinos exigen constantemente más patrullaje ante los robos frecuentes pero el personal debe interrumpir esta labor de seguridad. Esta distracción obliga a los serenos a atender personas en evidente estado de ebriedad en lugar de proteger a quienes cumplen las normas de convivencia y respetan los espacios comunes.
Autoridades municipales recordaron que estos comportamientos no solo afectan la imagen de Puno sino representan riesgos concretos. La integridad de los propios bebedores queda expuesta al dormir en vía pública sin protección alguna. Además constituye una distracción innecesaria para el personal de serenazgo que debería estar enfocado en proteger a los ciudadanos de actos delictivos que aumentan constantemente en diversos sectores de la ciudad según reportes oficiales.
El último fin de semana dejó evidencia clara del problema de alcoholismo en espacios públicos que enfrenta Puno. Las diez intervenciones demuestran que el consumo irresponsable de alcohol continúa afectando la convivencia ciudadana. Esta realidad obliga a replantear estrategias de prevención y control para evitar que los espacios públicos se conviertan en lugares donde personas ebrias representan peligro para sí mismas y distraen recursos de seguridad necesarios para combatir la delincuencia.


