Vecinos de la avenida Modesto Borda, en el sector de la salida a Coata de Juliaca, hallaron esta mañana los cuerpos calcinados de dos varones de entre 30 y 40 años. Los cadáveres presentaban signos de violencia extrema: uno tenía las manos atadas a la espalda con restos de plástico y ambos portaban capuchas o pasamontañas amarrados en el rostro. Personal de limpieza pública reportó el hallazgo cerca de las 06:00 horas, cuando aún salía humo de los cuerpos quemados en un 90%.
El reportero de Pachamama Radio, Iván Coari, informó que las víctimas se encontraban completamente calcinadas a un costado de la intersección entre avenida Modesto Borda y avenida Chilla. Agentes de serenazgo descubrieron los cuerpos durante su ronda matutina, aproximadamente a las seis y diez de la mañana. Ambos individuos estaban descalzos y no portaban documentos de identificación ni objetos personales en los alrededores. El intenso olor fétido y el humo persistente alertaron a comerciantes que llegaban a trabajar.
Comerciantes del sector inicialmente confundieron el humo con «quema de desechos comunes» durante su jornada matutina. Una vendedora que llegó «cinco y diez» de la mañana indicó que solo percibió el «olor fuerte» sin distinguir la escena completa. Los vecinos consultados manifestaron desconocer los hechos ocurridos durante la madrugada y no escucharon ruidos ni llamadas de auxilio. Ningún residente reportó capturas de delincuentes ni movimientos sospechosos en horas nocturnas, según confirmó serenazgo municipal.
Policía investiga ajuste de cuentas entre bandas criminales
La Policía Nacional maneja la hipótesis de un ajuste de cuentas por la forma violenta del asesinato cometido. Las autoridades descartaron un ajusticiamiento popular porque no existió ningún reporte de captura ni alerta en redes sociales vecinales. Se encontraron rastros de plásticos y sacos de polietileno adheridos a los cuerpos, lo que sugiere que trasladaron los cadáveres desde otro lugar. La inseguridad ciudadana es alta en San Román desde hace varios meses.
Los investigadores presumen que torturaron, asesinaron y trasladaron las víctimas para incinerarlas en este punto estratégico. La estimación inicial sugiere que quemaron los cuerpos entre las tres y cuatro de la madrugada del domingo. El 90% de los restos está completamente quemado, lo que dificulta la identificación inmediata de los fallecidos. El médico legista debe realizar análisis de ADN y estudios complementarios para establecer identidades y causas exactas de muerte.
Las autoridades realizan diligencias en la escena del crimen para recabar pruebas forenses importantes que esclarezcan el caso. La Fiscalía investiga para determinar responsabilidades en este brutal suceso que conmociona a la comunidad juliaqueña. Los crímenes violentos aumentan la sensación de vulnerabilidad en la población de la provincia de San Román. La ciudad espera el pronto esclarecimiento de este doble homicidio que evidencia el escalamiento de la violencia en la zona.


