Un grave atentado sacudió a Chile durante la madrugada del sábado, cuando tres policías militarizados, conocidos como carabineros, fueron encontrados calcinados dentro de un vehículo en la zona sur del país. La ministra del Interior, Carolina Tohá, confirmó el hallazgo de los cuerpos de dos cabos y un sargento de Carabineros, y calificó el hecho como “un atentado extremadamente grave”.
El incidente tuvo lugar en la zona de Cañete, en la región de Biobío, a más de 400 kilómetros (unas 250 millas) al sur de la capital, Santiago. Esta área es conocida por ser escenario de actividades de grupos vinculados a la causa mapuche. Hasta el momento, ningún grupo se ha atribuido la autoría del ataque. Un equipo de bomberos que había sido alertado sobre un vehículo en llamas encontró los cuerpos dentro del auto.
Carabineros informó a través de la red social X que los tres hombres realizaban tareas de patrullaje preventivo en Cañete cuando fueron asesinados. Este trágico suceso se produce un mes después de la muerte de otro efectivo de la policía militarizada en otro incidente violento. La institución expresó su profundo pesar por la pérdida de sus miembros y envió sus condolencias a las familias de los fallecidos.
El presidente Gabriel Boric, quien decretó tres días de duelo por la muerte de los policías, aseguró que “no habrá impunidad” y que se perseguirá a los culpables “por cielo, mar y tierra” hasta encontrar a los responsables y enfrenten la justicia. Boric tenía previsto viajar a la zona para asistir a los sepelios y estaba acompañado de autoridades del Estado en un mensaje a la prensa.
El general director de los carabineros, Ricardo Yáñez, desplazado a la región donde ocurrieron los hechos, indicó que las primeras investigaciones apuntaban a que el asesinato habría sido planificado. Además, instó al resto de los efectivos a seguir trabajando “con la frente en alto” en medio de la grave crisis de seguridad que atraviesa el país.
La región de la Araucanía y el Biobío se encuentran bajo estado de Emergencia desde mayo de 2022, con presencia de militares para contrarrestar delitos frecuentes en la zona, que suelen tener como objetivos empresas forestales, iglesias y otras instituciones. La ministra Tohá aseguró que este ataque “no va a hacernos dar un paso atrás” en el esfuerzo por terminar con la violencia y encontrar caminos de paz en la región.
El atentado ocurre en un contexto en el que un 10% de los 19 millones de chilenos se reconocen como mapuches, muchos de los cuales viven en comunidades y reclaman la restitución de tierras de sus antepasados. Actualmente, la mayoría de las tierras están en manos de grandes empresas forestales, dueños de fincas y empresas de transportes.
